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¿Puede un líder-siervo experimentar depresión? Considera lo que David escribió en el Salmo 88.
“Oh Jehová, Dios de mi salvación, Día y noche clamo delante de ti. 2 Llegue mi oración a tu presencia; Inclina tu oído a mi clamor. 3 Porque mi alma está hastiada de males, Y mi vida cercana al Seol. 4 Soy contado entre los que descienden al sepulcro; Soy como hombre sin fuerza, 5 Abandonado entre los muertos, Como los pasados a espada que yacen en el sepulcro, De quienes no te acuerdas ya, Y que fueron arrebatados de tu mano. 6 Me has puesto en el hoyo profundo, En tinieblas, en lugares profundos. 7 Sobre mí reposa tu ira, Y me has afligido con todas tus ondas. Selah 8 Has alejado de mí mis conocidos; Me has puesto por abominación a ellos; Encerrado estoy, y no puedo salir. 9 Mis ojos enfermaron a causa de mi aflicción; Te he llamado, oh Jehová, cada día; He extendido a ti mis manos.” (Salmo 88:1-9).
Es imposible leer este Salmo y no darse cuenta que David se encuentra en un lugar muy oscuro. ¡David, el "hombre conforme al corazón de Dios", está deprimido! La depresión es un estado de tristeza o dolor que continua a través del tiempo y que impacta nuestras emociones, nuestros pensamientos y, a menudo, nuestras acciones. Es una emoción muy compleja porque puede ser el resultado de asuntos espirituales, eventos dolorosos de la vida u otras causas. También puede ser el resultado de algún desbalance químico en nuestro cuerpo físico que puede ser tratado con medicina.
Los líderes-siervos, como cualquier otra persona, pueden experimentar depresión de forma temporal o de largo plazo. Los líderes-siervos aprenden de David cómo liderar con depresión.
La depresión debe ser admitida.
David reconoce que está en... "en el hoyo profundo, En tinieblas, en lugares profundos". Siente que está cerca de morir y menciona sus pensamientos sobre la tumba en diferentes lugares. Siente que no tiene amigos y que inclusive Dios está en contra de él: " Sobre mí reposa tu ira.” No ve una salida. Este es uno de los pocos salmos que no acaban con una palabra de esperanza o un cambio de perspectiva.
Los líderes-siervos aprenden a reconocer cuando experimentan depresión. En sí mismos y en los demás aprenden a identificar las señales de una desesperación continua, un sentido de falta de esperanza o de baja autoestima, y una fijación con la muerte o pensamientos suicidas.
La depresión debe ser expuesta.
De la misma forma que con las demás emociones, David no tiene miedo de manifestar o exponer la profundidad de su desesperanza al clamar a Dios en este Salmo. Pero el día de hoy, ¿en dónde puede un líder o seguidor parase y decir, igual que David, "mi alma está hastiada de males?"
La depresión es, probablemente, la más difícil de las emociones de exponer debido al estigma y la vergüenza que están asociados a ella o a otras enfermedades mentales. La iglesia, que debiera ser el lugar más seguro para aquellos que están sufriendo, a menudo es la primera en condenar a aquellos que se sienten deprimidos. Pero la depresión puede desembocar en suicidio cuando no se trata de manera adecuada, y la peor cosa que un líder puede hacer es rehusarse a manifestar su sentir con Dios y con otras personas.
Los líderes-siervos revelan su depresión. Hablan con Dios y con otras personas exponiendo cómo se sienten. Se rehúsan a esconder su condición.
La depresión debe ser contenida.
En este Salmo no vemos que David supere su depresión y continue liderando. Pero sabemos por lo que la Biblia nos relata del resto de su vida, que David pudo contener su depresión y que fue capaz de impedir que esta definiera su liderazgo.
Los líderes-siervos también aprenden a que la depresión no sea la emoción que contarle su liderazgo. Cuando la depresión proviene de desequilibrios químicos, los líderes-siervos buscan ayuda médica y oración, de la misma forma que lo harían con cualquier otra enfermedad. De ser necesario, pueden apartarse de su rol de liderazgo por un tiempo para buscar ayuda y sanidad. Y con la gracia de Dios encuentran formas para vivir y liderar de forma victoriosa aun a pesar de la pesadez de la depresión. ¡Hay esperanza para los que lideran estando deprimidos!
Si tú o alguien que conoces está experimentando una batalla con la depresión en este momento, les exhorto a que aprendan más de lo que este espacio permite sobre la enfermedad. La historia de mi esposa* puede ser un buen lugar para comenzar.
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