Sirviendo con Autoridad: Delégala
Publicación #339, Junio 25, 2025
Los líderes que sirven no guardan la autoridad, ¡la delegan! Siguen el ejemplo de Jesús, cuyas últimas palabras versaron sobre la autoridad.
18 Jesús se acercó a ellos y les dijo: «Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra. 19 Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, 20 y enseñándoles a obedecer todo lo que os he mandado. Y yo estaré con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo» (Mateo 28: 18-20).
Jesús pudo decir con verdad: «Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra». Pero tan pronto como dijo estas palabras, delegó y liberó Su autoridad a los discípulos. Al delegar la autoridad, dio un poderoso ejemplo a todos los líderes que sirven.
Delegar autoridad implica confianza.
El hecho de que Jesús delegara su autoridad a este pequeño grupo de personas implicaba una profunda confianza en ellos y en Su propia inversión en sus vidas. Ciertamente somos conscientes de las debilidades y fracasos de este equipo. Jesús no pasó por alto sus defectos. Sin embargo, confió en ellos para llevar a cabo su misión en el mundo. Algunos líderes ven su autoridad como algo que debe ser aprovechado, pero no delegado. Insisten en hacer todo el trabajo ellos mismos. No invierten en el crecimiento y la madurez de su equipo. Esperan la perfección de sus seguidores antes de delegar la autoridad. Pero los líderes que sirven comienzan con el deseo de liberar la autoridad tan rápida y plenamente como sea apropiado. Buscan oportunidades para ayudar a su equipo a crecer y asumir cada vez más responsabilidades. Esperan algunos errores en el camino y abordan los fracasos. Pero sirven confiando en quienes dirigen. Ven potencial y desean que ese potencial se desarrolle y se libere. Los líderes que sirven lideran confiando en quienes dirigen.
Delegar autoridad implica rendir cuentas.
Aunque Jesús pronunció estas palabras mientras dejaba la tierra, también recordó a los discípulos «Yo estoy con vosotros todos los días...» Esto era tanto una presencia reconfortante como un recordatorio de que mientras Su autoridad era liberada, también había una responsabilidad incorporada en esa liberación. Se esperaba que fueran e «hicieran discípulos... bautizando... enseñando». Jesús no les dio autoridad para que hicieran lo que quisieran. Les dio instrucciones claras y los haría responsables. Algunos lideres sueltan autoridad sin responsabilidad y ven esto como el nivel más alto de confianza. Pero los líderes que sirven incluyen la rendición de cuentas cuando sueltan la autoridad. Dejan claras las expectativas de qué autoridad se está dando y qué responsabilidad se espera. Sirven otorgando autoridad pero incluyendo la rendición de cuentas.
Delegar autoridad asegura la multiplicación.
La forma en que Jesús delegó la autoridad hizo posible que sus seguidores «vayan y hagan discípulos de todas las naciones.» Él incorporó la multiplicación en su delegación. Algunos líderes trabajan más duro para hacer crecer su organización. Pero los líderes que sirven aseguran el crecimiento y la multiplicación delegando autoridad a quienes dirigen. Reconocen que, si insisten en hacer todo el trabajo, nunca se hará todo el trabajo. Los líderes que sirven aseguran la multiplicación delegando autoridad.
Para mayor reflexión y debate:
- ¿Qué nivel de confianza tengo en los líderes clave de mi equipo? ¿Qué hago para demostrar que creo en ellos? ¿Soy capaz de delegar autoridad lo más rápidamente posible en quienes dirijo?
- Cuando delego autoridad, ¿aclaro qué nivel de responsabilidad se espera también? ¿Adapto adecuadamente los niveles de responsabilidad a medida que los miembros de mi equipo crecen y maduran?
- ¿Proporciona mi liderazgo el máximo potencial de multiplicación para mi organización? ¿De qué manera dirijo para fomentar el crecimiento y la multiplicación de las funciones de liderazgo?
- Reflexiona en esta serie sobre la autoridad (números 336-339). ¿De qué manera puedo compartir estos principios con quienes dirijo?
Hasta la próxima, suyo en el peregrinaje,
Jon Byler |