Los líderes que sirven no sólo quieren correr bien, sino también terminar bien. Empiezan pensando en el final y dirigen pensando en el final. Reflexionan sobre el significado de las palabras de Pablo escritas cerca del final de su vida.
6Porque ya estoy siendo derramado como una libación, y se acerca el momento de mi partida. 7He combatido el buen combate, he acabado la carrera, he guardado la fe. 8Ahora me está reservada la corona de justicia, que el Señor, Juez justo, me concederá en aquel día, y no sólo a mí, sino también a todos los que anhelan su aparición (2 Timoteo 4: 6-8).
Al reflexionar sobre el final de su viaje, Pablo pudo enumerar tres logros: "He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, he guardado la fe". Los líderes que sirven reflexionan sobre estas palabras de un gran líder cerca del final de su vida. Aprenden del ejemplo de Pablo a mantener su enfoque preguntándose: "¿Qué estoy haciendo para terminar bien?".
Los líderes-siervos preguntan ¿qué estoy hacienda para terminar bien? para mantener su enfoque en el llamado.
"He peleado la buena batalla". Pablo confirma con valentía que ha completado el llamada que Dios le dio. Hubo muchas batallas en el camino. Pero Pablo se centró en su vocación y no permitió que las distracciones desviaran su vida en otras direcciones. Al final pudo decir con confianza que había cumplido el gran propósito que Dios tenía para su vida y su liderazgo. Los líderes que sirven aprenden de Pablo a mantener su enfoque en lo que realmente importa. Descubren su gran propósito y lo persiguen sin descanso. En el grupo u organización que dirigen, invierten mucha energía en mantener ese propósito como parte de cada actividad. Los líderes que sirven reflexionan sobre el fin de mantener su vocación en el centro de su actividad diaria.
Los líderes-siervos preguntan ¿qué estoy hacienda para terminar bien? para mantener su enfoque en sus sucesores.
"He terminado la carrera". Pablo cambia su analogía de luchar a correr y afirma que ha corrido hasta el final de la carrera. Era muy consciente de que pasar el testigo a los siguientes corredores era un elemento clave en la carrera. Pablo, al discipular a Timoteo y a muchos otros de su equipo, los equipó para correr la carrera. Así, es capaz de decir "no sólo a mí, sino también a todos los que anhelan su aparición". Pablo sabía que no había éxito personal sin sucesores. No temía que la siguiente generación no fuera capaz de continuar, les había equipado bien. En el lenguaje del Modelo del Líder Servicial*TM, Pablo fue capaz de "invertir la pirámide" pasando el poder a otros. Los líderes que sirven piensan en terminar bien para mantener su enfoque en la siguiente generación de líderes. Los líderes que sirven reflexionan sobre el final para recordar que no hay éxito sin sucesores.
Los líderes-siervos se preguntan ¿qué estoy hacienda para terminar bien? para mantener su enfoque en los valores.
"He guardado la fe". Pablo estaba seguro al final de su vida de que no había comprometido su fe. Vivió lo que enseñó y pudo afirmar que no había tomado el camino fácil en situaciones difíciles. No había comprometido sus valores en pos del éxito. Los líderes que sirven reflexionan sobre el ejemplo de Pablo y miran al final para mantener claro su enfoque diario. No miden su éxito por el tamaño de sus cuentas de jubilación, sino por los actos diarios que viven sus valores de fe. Y al vivir estos valores "suben el listón" para los que les rodean. Los líderes que sirven reflexionan sobre el fin de mantener su enfoque diario en las cosas que más valoran.
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