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Ya hemos observado que Booz era un hombre de prestigio. Lo que él era por dentro influía en todo lo que podemos ver por fuera. En los números restantes de esta serie examinaremos más de cerca cinco acciones de servicio que ilustran su corazón y su carácter. En primer lugar, observaremos cómo Booz trataba a los demás.
A menudo juzgamos a un líder por sus logros. ¿Qué hizo? ¿Qué objetivos se alcanzaron? ¿Qué acciones se llevaron a cabo? Estas son preguntas válidas, pero Booz llama a los líderes-siervos a usar diferentes estándares para la medición. Veamos más de cerca cómo Booz trató a varios grupos de personas y lo que los líderes en servicio pueden aprender de su ejemplo.
Los líderes-siervos tratan bien a sus trabajadores.
4 En aquel momento llegó Booz de Belén y saludó a los segadores: "¡El Señor esté con vosotros!". "El Señor os bendiga", respondieron ellos (Rut 2:4). Estas son las primeras palabras que oímos de Booz, palabras de saludo. Sus primeras palabras fueron de bendición y afirmación, mostrando su respeto y relación con ellos. Él era el jefe, el dueño, el empleador, el fundador de la empresa. Pero Booz no comprobó su nivel de producción antes de conectar con sus corazones. Y su respuesta demostró que el respeto era mutuo. Muchos trabajadores apartan la mirada cuando aparece el jefe, temiendo su reprimenda o desaprobación. Booz enseña a los líderes-siervos que tratar bien a los trabajadores es la mejor manera de relacionarse. Tratar bien a la gente también conducirá a una mejor producción. Pero los líderes-siervos tratan bien a sus trabajadores, no por ningún resultado anticipado, ¡sino porque es lo correcto!
Los líderes-siervos tratan bien a los extraños.
5 Booz preguntó al capataz de sus segadores: "¿De quién es esa joven?". 6 El capataz respondió: "Es la moabita que volvió de Moab con Noemí". 8 Entonces Booz dijo a Rut: "Hija mía, escúchame. No vayas a espigar a otro campo ni te alejes de aquí. Quédate aquí con las mujeres que trabajan para mí. 9 Vigila el campo donde los hombres están cosechando, y sigue a las mujeres. He dicho a los hombres que no te pongan la mano encima. Y cuando tengas sed, ve a beber de las tinajas que han llenado los hombres". (Rut 2:5-6, 8-9). En este punto de la historia, Rut es una extraña para Booz, una persona a la que nunca ha conocido. Algunos líderes ignorarían a la extraña. Otros se asegurarían de que el extraño fuera expulsado de la propiedad. Pero Booz se toma su tiempo para averiguar quién es Rut, ¡y enseguida encuentra la manera de servirla! Él no busca traerla a su equipo para lograr sus metas; él encuentra una manera de ayudarla a alcanzar sus metas. ¡Los líderes-siervos ven a los extraños como nuevas oportunidades para servir!
Los líderes-siervos tratan bien a su familia.
Casi al final de la historia de Rut, vemos cómo Booz interactuaba con su familia extendida. 1 Mientras tanto, Booz subió a la puerta de la ciudad y se sentó allí justo cuando llegó el guardián-redentor que había mencionado. Booz le dijo: "Ven aquí, amigo mío, y siéntate". Así que se acercó y se sentó (Rut 4:1).
En muchos sentidos, este pariente era un competidor. Como tutor-redentor, tenía derecho preferente sobre la tierra de Noemí y la viuda Rut, con la que Booz quería casarse. Pero Booz lo llama "mi amigo....". Mantienen una discusión amistosa que termina con la bendición para Booz de casarse con Rut. Booz sirve bien a su familia evitando una división de relaciones. Equilibra sus propios intereses con los de su familia y todos se van en términos amistosos. Los líderes-siervos tratan bien a sus familias honrando las relaciones por encima de sus propios intereses. |
