Publicación #286, Diciembre 08, 2022

Los ABC’s de empezar bien: reconoce las realidades

En la última serie aprendimos del ejemplo de Moisés la forma en la que los líderes-siervos realizan buenas transiciones. Ahora examinaremos el otro lado de ese proceso: el principio de un nuevo rol para Josué, el sucesor. Todos los líderes tendrán la experiencia de comenzar una nueva posición o realizar la transición hacia una nueva organización o grupo. Pero ¿qué significa empezar bien? En esta serie usaremos la vida de Josué como ejemplo para examinar los ABC's de cómo empezar bien: Reconocer las Realidades, Creer en las promesas de Dios, y Conectar con la gente.

Los líderes a menudo comienzan los roles con expectativas no reales. Quizás esperan que sea su mejor posición de liderazgo en su vida, o quizás tengan dudas acerca de su competencia para el trabajo. En cualquier caso, los líderes-siervos reconocen las realidades de la misma forma en que lo hizo Josué.
Después de la muerte de Moisés, siervo del Señor, el Señor habló a Josué, hijo de Nun y ayudante de Moisés. Le dijo: «Mi siervo Moisés ha muerto. Por lo tanto, ha llegado el momento de que guíes a este pueblo, a los israelitas, a cruzar el río Jordán y a entrar en la tierra que les doy. Te prometo a ti lo mismo que le prometí a Moisés: “Dondequiera que pongan los pies los israelitas, estarán pisando la tierra que les he dado" (Joshua 1:1-3).

Los líderes-siervos aprenden del ejemplo de Josué a reconocer tres realidades al empezar en nuevos roles. 

Reconoce el pasado.

Josué se estaba reportando para comenzar a trabajar en su nuevo rol. Lo primero que Dios le habla es referente a reconocer el pasado: "Mi siervo Moisés ha muerto". Deténte y piensa en esas palabras por un momento. Con cinco simples palabras, el Señor reconoce el gran liderazgo que precedió a Josué. Moisés caminó por medio del Mar Rojo y se encontró con Dios en el Monte Sinaí. Era una tarea muy difícil para Josué llenar los zapatos de Moisés. Dios no quería que Josué o ningún líder-siervo ignore el pasado cuando comienzan una nueva posición.

Los líderes-siervos reconocen su propio pasado. Traen su historia personal al nuevo rol. Reconocen lo que han aprendido en el pasado de sus errores y aciertos.

Los líderes-siervos reconocen también el pasado de la organización a la que se están incorporando. Con mucho entusiasmo traen sus dones y llamado a este nuevo rol para traer cambios, pero antes de buscar cambiar el futuro, se detienen a reconocer el pasado. Si tienen algún predecesor buscan aprender lo que esa persona hizo y por qué lo hizo de esa forma. Se expresan respetuosamente de aquellos que estuvieron antes de ellos, sin importar su desempeño. Los líderes-siervos reconocen y aprenden del pasado pero no se asientan en él. 

Reconocer el presente.

Dios se mueve rápido del pasado al presente. "Por lo tanto..." Moisés ya se había ido y no iba a regresar. Josué es el nuevo líder de la gente. Dios queire que Josué reconozca esta realidad. Josué necesitaba aprender a verse a sí mismo de una nueva forma para el nuevo rol. Ya no era el asistente del líder; ¡ahora era él quien estaba a cargo! Los líderes-siervos aceptan el cambio mental que necesario para el nuevo rol pero no con orgullo ni confianza en ellos mismos. Reconocen con humildad y gratitud su nueva posición de servicio.  

Reconoce la tarea.

Entonces Dios le recuerda a Josué la tarea para la que lo había escogido: "ha llegado el momento de que guíes a este pueblo, a los israelitas, a cruzar el río Jordán y a entrar en la tierra que les doy". Dios tenía trabajo preparado para que Josué lo realizara y no era poca cosa: liderar a una nación de personas a entrar en un territorio hostil. Dios tiene una tarea para todos los líderes-siervos que comienzan en nuevas asignaciones o para aquellos que siguen en posiciones antiguas. Los líderes-siervos tienen roles porque hay trabajo que debe hacerse para alcanzar los propósitos de Dios para un tiempo y lugar particulares. Los líderes-siervos reconocen que Dios les ha dado un lugar para servir y completar Su tarea. Reconocen también que el liderazgo no se trata sobre ellos sino sobre el gran propósito de Dios. Comienzan bien al reconocer las realidades del pasado, el presente y la tarea que tienen que cumplir.

  Para mayor reflexión y debate:

 

(Si no estás en una nueva posición actualmente, considera cómo estas preguntas aplicarían al lugar en el que sirves actualmente)

  • ¿Qué historia debo reconocer para servir bien en mi rol actual? ¿Cómo me expreso de aquellos que estuvieron antes que yo en este rol? ¿Tiendo a enfocarme en el pasado excesivamente o casi nada?
  • ¿Me acepto a mí mismo y al nuevo rol en el cual estoy sirviendo? ¿Qué me es más fácil: tener una autopercepción mayor o menor que la que debo tener? ¿Qué dice esto acerca de la condición de mi corazón? Pídele a Dios que traiga a tu corazón imágenes o formas en las que Él quiere que te visualices y aceptes tu nuevo rol por completo.
  • ¿A qué tarea estoy llamado a realizar? ¿Tengo clara la forma en la que Dios está intentando usarme o mi posición para influir en el avance de Su propósito en el grupo al que sirvo? Si no soy consciente ¿qué debo hacer para clarificar este rol? 

En la próxima edición examinaremos la forma en la que los líderes-siervos empiezan bien al creer en las promesas de Dios. 

Hasta la próxima, suyo en el peregrinaje,

Jon Byler

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Reflections for Serving Leaders is published by Center for Serving Leadership and Jon Byler. Copyright, 2022

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