En la última serie aprendimos del ejemplo de Moisés la forma en la que los líderes-siervos realizan buenas transiciones. Ahora examinaremos el otro lado de ese proceso: el principio de un nuevo rol para Josué, el sucesor. Todos los líderes tendrán la experiencia de comenzar una nueva posición o realizar la transición hacia una nueva organización o grupo. Pero ¿qué significa empezar bien? En esta serie usaremos la vida de Josué como ejemplo para examinar los ABC's de cómo empezar bien: Reconocer las Realidades, Creer en las promesas de Dios, y Conectar con la gente.
Los líderes a menudo comienzan los roles con expectativas no reales. Quizás esperan que sea su mejor posición de liderazgo en su vida, o quizás tengan dudas acerca de su competencia para el trabajo. En cualquier caso, los líderes-siervos reconocen las realidades de la misma forma en que lo hizo Josué. Después de la muerte de Moisés, siervo del Señor, el Señor habló a Josué, hijo de Nun y ayudante de Moisés. Le dijo: 2 «Mi siervo Moisés ha muerto. Por lo tanto, ha llegado el momento de que guíes a este pueblo, a los israelitas, a cruzar el río Jordán y a entrar en la tierra que les doy. 3 Te prometo a ti lo mismo que le prometí a Moisés: “Dondequiera que pongan los pies los israelitas, estarán pisando la tierra que les he dado" (Joshua 1:1-3).
Los líderes-siervos aprenden del ejemplo de Josué a reconocer tres realidades al empezar en nuevos roles.
Reconoce el pasado.
Josué se estaba reportando para comenzar a trabajar en su nuevo rol. Lo primero que Dios le habla es referente a reconocer el pasado: "Mi siervo Moisés ha muerto". Deténte y piensa en esas palabras por un momento. Con cinco simples palabras, el Señor reconoce el gran liderazgo que precedió a Josué. Moisés caminó por medio del Mar Rojo y se encontró con Dios en el Monte Sinaí. Era una tarea muy difícil para Josué llenar los zapatos de Moisés. Dios no quería que Josué o ningún líder-siervo ignore el pasado cuando comienzan una nueva posición.
Los líderes-siervos reconocen su propio pasado. Traen su historia personal al nuevo rol. Reconocen lo que han aprendido en el pasado de sus errores y aciertos.
Los líderes-siervos reconocen también el pasado de la organización a la que se están incorporando. Con mucho entusiasmo traen sus dones y llamado a este nuevo rol para traer cambios, pero antes de buscar cambiar el futuro, se detienen a reconocer el pasado. Si tienen algún predecesor buscan aprender lo que esa persona hizo y por qué lo hizo de esa forma. Se expresan respetuosamente de aquellos que estuvieron antes de ellos, sin importar su desempeño. Los líderes-siervos reconocen y aprenden del pasado pero no se asientan en él.
Reconocer el presente.
Dios se mueve rápido del pasado al presente. "Por lo tanto..." Moisés ya se había ido y no iba a regresar. Josué es el nuevo líder de la gente. Dios queire que Josué reconozca esta realidad. Josué necesitaba aprender a verse a sí mismo de una nueva forma para el nuevo rol. Ya no era el asistente del líder; ¡ahora era él quien estaba a cargo! Los líderes-siervos aceptan el cambio mental que necesario para el nuevo rol pero no con orgullo ni confianza en ellos mismos. Reconocen con humildad y gratitud su nueva posición de servicio.
Reconoce la tarea.
Entonces Dios le recuerda a Josué la tarea para la que lo había escogido: "ha llegado el momento de que guíes a este pueblo, a los israelitas, a cruzar el río Jordán y a entrar en la tierra que les doy". Dios tenía trabajo preparado para que Josué lo realizara y no era poca cosa: liderar a una nación de personas a entrar en un territorio hostil. Dios tiene una tarea para todos los líderes-siervos que comienzan en nuevas asignaciones o para aquellos que siguen en posiciones antiguas. Los líderes-siervos tienen roles porque hay trabajo que debe hacerse para alcanzar los propósitos de Dios para un tiempo y lugar particulares. Los líderes-siervos reconocen que Dios les ha dado un lugar para servir y completar Su tarea. Reconocen también que el liderazgo no se trata sobre ellos sino sobre el gran propósito de Dios. Comienzan bien al reconocer las realidades del pasado, el presente y la tarea que tienen que cumplir. |