Escoger a otros líderes es uno de los retos más grandes del liderazgo. La mayoría de líderes ha tenido éxitos y, seguramente, algunos fracasos en esta área. El "costo" del fracaso es alto cuando el proceso no atrae a la persona correcta. Pero ¿cuál es la mejor forma para encontrar a otros que serán parte del equipo y nos ayuden a alcanzar la visión?
Muchas veces nuestro contexto cultural combinado con nuestras experiencias previas, tanto positivas como negativas, moldean la forma en la escogemos a los líderes. Los líderes de negocios pueden apoyarse en alguna metodología probada de selección de candidatos para escoger a la persona correcta. Los líderes de iglesias pueden tender a apoyarse en un método más "espiritual" que funcione bien en su contexto. Acto seguido, dirigirán su mirada a la iglesia primitiva para validar este proceso como un "método bíblico". Pero una mirada a la iglesia primitiva del libro de Hechos les enseña a los líderes-siervos que hay cuatro formas, por lo menos, en las que los líderes son escogidos.
Los líderes-siervos aprenden que todas pueden ser útiles cuando se usan en el contexto y la forma correctas.
El primer método para escoger líderes en el libro de Hechos es cuando Dios llama a un líder directamente. Esto le ocurrió a Pablo en el momento de su conversión (ver Hechos 9:15-16), y otra vez cuando él y Bernabé fueron comisionados para la obra misionera estando en Antioquía.
"Cierto día, mientras estos hombres adoraban al Señor y ayunaban, el Espíritu Santo dijo: «Designen a Bernabé y a Saulo para el trabajo especial al cual los he llamado». 3 Así que, después de pasar más tiempo en ayuno y oración, les impusieron las manos y los enviaron. (Hechos 13:2-3).
El proceso de escoger por comisión divina. Con este método no hay intervención humana directa en el proceso de selección. Dios habló claramente a través del Espíritu y llamó a Bernabé y a Pablo. Sí, ellos tenían una preparación única y su liderazgo ya había sido probado, pero no hubo ningún proceso de llenar aplicaciones, ni sesión en la que se votó para escoger entre los candidatos.
Los líderes-siervos reconocen que ultimadamente es Dios quien dirige el proceso de selección de líderes. Están dispuestos a pasar tiempo ayunando y orando por Su dirección. Y cuando Dios habla claramente: ¡imponen manos en la persona y la bendicen!
El poder de escoger por comisión divina. La comisión divina tiene una ventaja obvia: ¡Dios ha hablado! ¿Quién puede argumentar algo en contra? Este método puede ser más utilizado en las iglesias que en el mundo empresarial, pero aun en esta esfera de la vida, cuando los líderes-siervos buscan seguir la dirección del Espíritu de Dios, puede haber ocasiones en que la voz de Dios se imponga sobre la voz del Departamento de Recursos Humanos.
Los líderes-siervos reconocen que Dios es la máxima autoridad, y cuando Su dirección es clara, están dispuestos a obedecer.
Las dificultades de escoger por comisión divina. Escoger líderes por comisión divina también tiene sus retos, riesgos y dificultades.
Primero es el reto de escuchar la voz de Dios de forma correcta y clara. Se puede hacer mucho daño cuando un líder utiliza el lenguaje de la comisión divina para darle credibilidad a una elección personal. Los líderes-siervos deben ser muy cautos acerca de decir por sí mismos: "Dios me dijo que esta persona debe ser el líder". En Antioquía, el discernimiento vino de forma grupal.
El otro peligro de utilizar el método de comisión divina es cuando el líder escoge este método simplemente porque no quiere pasar por el difícil proceso de discernir quién es la persona correcta. No están dispuestos o capacitados para evaluar los dones, la experiencia y el llamado del líder, así que ¡les es más fácil regresarle la decisión a Dios!
Algo interesante ocurrió en Hechos 1 cuando Matías fue escogido por el proceso divino de "echar suertes". Pero primero, los apóstoles establecieron un criterio para este rol y escogieron a dos personas que cumplían los requisitos. De ahí dejaron que fuera Dios quien escogiera a la persona por medio de "echar suertes". Los líderes-siervos aprenden de esto que si los requisitos básicos no están satisfechos la única suerte que van a conseguir es la de tener mayores problemas con esta metodología.
Los líderes-siervos ven la opción de escoger por comisión divina como una de las formas en las que Dios puede construir su equipo. Pero, también reconocen que hay tiempos en los que Dios los guiará a utilizar otros métodos. En la siguiente edición veremos uno de estos métodos: la selección popular.
Hasta la próxima, suyo en el peregrinaje,
Jon Byler |