¿Recuerdas la última conversación que tuviste con un amigo cercano? ¿Quién habló más: tu amigo o tú? ¿La persona que habló más era la que tenía más influencia? Por lo general pensamos que la persona que más habla en una conversación es la que tiene mayor influencia. Y esto es verdad, algunas veces, pero no siempre.
Los líderes efectivos aprenden que muchas veces el silencio es la acción más sabia. Consideran estas palabras de Proverbios: "El verdadero sabio emplea pocas palabras; la persona con entendimiento es serena. Hasta los necios pasan por sabios si permanecen callados; parecen inteligentes cuando mantienen la boca cerrada." (Proverbios 17:27-28
Los líderes-siervos aprenden que el sonido del silencio, en una conversación, demuestra liderazgo.
El silencio en una conversación denota dominio propio. “…emplea pocas palabras” (17:27). Todos queremos que nuestra voz sea escuchada. Aun los más introvertidos tienen algo que decir. En una conversación es natural y fácil querer seguir hablando. ¿Cuántas veces "nos tenemos que morder la lengua" para no decir lo que realmente estamos pensando? El mantenerse callado demuestra un gran dominio propio. Es difícil y se requiere auto-restricción.
Los líderes frecuentemente creen que tienen más que decir que los demás y su visión los motiva a hablar más que los demás. Los líderes que no tienen dominio-propio pronto van a dominar la conversación. La conversación se torna sobre sus pensamientos e ideas y queda muy poco espacio para la(s) otra(s) persona(s).
Pero los líderes-siervos aprenden que su influencia en realidad puede crecer cuando las palabras disminuyen. El silencio permite que podamos escuchar a la otra persona. Una simple pregunta puede abrir el corazón de la otra persona y brindarles ayuda. Los líderes-siervos demuestran dominio propio al permanecer callados en una conversación.
El silencio en una conversación denota seguridad. “…la persona con entendimiento es serena” (17:27). La persona que es “serena” es capaz de hablar cuando es necesario pero también es capaz de mantenerse callado. Esta persona no está tratando de impresionar a nadie con sus muchas palabras y no están preocupados por lo que los otros puedan pensar. Están dispuestos a escuchar y valorar a la otra persona porque ellos mismos ya saben muy bien cuál es su identidad y cuál es su llamado. Esta habilidad denota una gran seguridad personal.
Un líder que habla mucho puede que tenga una personalidad extrovertida. Pero el líder también puede ser inseguro y sentir una necesidad de impresionar a todos a su alrededor con su hablar. Siguen hablando para demostrarle a los demás que son valiosos. Los líderes-siervos pueden quedarse sin tener que empujar ninguna agenda personal y sin nada que esconder. Los líderes-siervos demuestran seguridad al permanecer callados en una conversación.
El silencio en una conversación denota sabiduría. “Hasta los necios pasan por sabios si permanecen callados” (17:28). Todos saben que los necios hablan mucho, así que el silencio es rápidamente asociado con una persona sabia. ¡Si un necio guarda silencio, otros pueden ser engañados en creer que se trata de alguien sabio! Este versículo produjo el proverbio popular que reza: "Es mejor permanecer callado y que piensen que uno es un tonto, a hablar y que toda duda sea quitada".
La sabiduría puede expresarse a través de palabras correctas ¡pero también puede expresarse por medio del silencio! Los líderes-siervos aprenden que algunas veces lo más sabio para decir es ¡nada! La otra persona puede que no esté lista para esa gran idea que puedes tener. Pueden no estar listos para cambiar. Pueden no estar listos para entender lo que les quieres comunicar. O puede que ser que tu propio corazón no esté en el lugar correcto para hablar las palabras que tienes en mente. Los líderes-siervos demuestran su sabiduría al permanecer callados en una conversación.
Al demostrar dominio propio, seguridad y sabiduría, los líderes-siervos aumentan su influencia en la vida de los demás. Descubren que el conocimiento se revela más a través de la restricción que a través de las muchas palabras. ¡El liderazgo silente habla más fuerte en una conversación! Los líderes-siervos avanzan al permanecer callados. |