Publicación #230, Abril 27, 2022

Liderando con gracia: vivela

Como vimos en la publicación anterior, los líderes-siervos reciben la gracia de Dios. Reconocen su necesidad de gracia y comienzan su caminar con Jesús. Ese viaje requiere que aprendamos a vivir por gracia. Tal como Pablo nos recuerda: 

Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas. (Efesios 2:8-10).

Conforme los líderes reciben la gracia de Dios, comienzan el peregrinaje de aprender a vivir por gracia. Reconocen que las obras no los salvarán pero que "han sido creados para hacer buenas obras". 

Una vez que los líderes crecen hasta comprender el llamado específico que Dios les ha dado para liderar a otros, comienzan a trabajar. Pero deben aprender a vivir por gracia en este viaje. ¿De qué forma permiten los líderes-siervos que la gracia los moldee antes de buscar liderar a otros? 

Los líderes-siervos permiten que la gracia de Dios moldee su identidad. 

Los líderes-siervos encuentran su identidad en lo que Dios ha hecho por ellos y ¡no en lo que ellos hacen para Dios! Aprenden a vivir con la realidad de que "es por gracia que son salvos". Lideran y sirven por la gracia recibida, no para recibir gracia. Esto hace toda la diferencia en la perspectiva que el líder puede tener. No es la posición, los títulos, o nuestras posesiones lo que moldea nuestra identidad, sino la gracia de Dios en nuestras vidas. Los líderes-siervos encuentran su identidad en la gracia de Dios. 

Los líderes-siervos permiten que la gracia de Dios moldee su servicio. 

Los líderes que viven por gracia reconocen que han sido "creados para buenas obras". Los líderes trabajan duro. Pero los líderes-siervos permiten que la gracia moldee su servicio. Los líderes-siervos aprenden que su servicio a Jesús es una respuesta a Su gracia en lugar de un sentimiento de culpa, miedo o de deber.  Viven y sirven con gracia. Al darle una instrucción a un joven líder, Pablo le dice a Tito:  Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente (Tito 2:11-12).

Las coas a las que los líderes les dicen "sí" y a las que le dicen "no" están moldeadas por la gracia de Dios. No sirven con un sentimiento de deber o de culpa; sirven en respuesta a la gracia de Dios. Los líderes-siervos ven su trabajo como un derramamiento de la gracia de Dios para sus vidas, y no algo que atrae la gracia de Dios para sus vidas. Los líderes-siervos sirven a Dios con todo su corazón, no por culpa o por deber, sino porque lo aman y por lo que Él ha hecho en sus vidas. 

Los líderes-siervos permiten que la gracia de Dios moldee su llamado. 

Pablo recuerda a los líderes que su llamado es a hacer "las cosas que Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas". El llamado de un líder-siervo fluye de la gracia de Dios, no de sus propios deseos para cambiar el mundo. La visión de un líder-siervo es un reconocimiento al llamado de Dios, no el clamor de una persona hambrienta de poder. 

Vivir por gracia moldea profundamente la forma en la que lideramos. Los líderes-siervos aprenden a vivir primeramente por la gracia de Dios antes de tratar de tener influencia sobre otros. Resuelven los asuntos de su identidad y llamado al reflexionar en la gracia de Dios. No basan su valor en sus logros, sino en la gracia de Dios. Esto les permite entrar en su rol de liderazgo con confianza pero con una profunda humildad y conciencia de la gracia de Dios en sus vidas. 

Los líderes-siervos lideran con gracia después de haber aprendido a vivir por la gracia de Dios. 

  Para mayor reflexión y debate:

 

  • ¿En qué baso mi identidad: principalmente en lo que hago o lo que logro como líder? ¿O está basada simple y sencillamente en lo que Dios ha hecho en mi vida por medio de su gracia? 
  • ¿Qué es lo que me guía para decir "sí" o "no" en las tentaciones? ¿Mis decisiones son una respuesta a la gracia de Dios o un deseo de verme bien ante otros? Cuando batallo con un pecado ¿intento esforzarme más para vencerlo o volteo a ver a la gracia de dios hasta que mi corazón sea cambiado en la forma en la que veo mi pecado?   
  • Al llevar a cabo mi visión ¿estoy consciente de que esto es lo que Dios "preparó de antemano para que yo hiciera"? ¿O creo que he desarrollado mis propias habilidad para tener influencia en otros a este nivel?

En la siguiente publicación examinaremos cómo los líderes-siervos comparten la gracia con aquellos a los que lideran. 

Hasta la próxima, suyo en el peregrinaje,

Jon Byler

Reenvía esto a tus amigos que también estén buscando seguir el ejemplo de Jesús de liderar como siervos. Ellos pueden ver las pasadas publicaciones o suscribirse de manera gratuita al hacer click aquí. Esta es la traducción al español de la publicación de Jon traducida por Gabriel Madrazo. Si lo deseas, puedes escribirle a gabrielmadrazo@yahoo.com.

Reflections for Serving Leaders is published by Center for Serving Leadership and Jon Byler. Copyright, 2022

Modify your subscription   |   View online