Publicación #226, Marzo 3, 2022

Aprendiendo de Roboam: Los lideres escogen escuchar

¿Qué responderías si te preguntara: los líderes hablan o escuchan? Frecuentemente nos enfocamos más en lo que los líderes dicen en lugar de cómo escuchan. Pero la breve historia del principio del liderazgo de Roboam, encontrada en 2 Crónicas 10, contiene muchas perlas de sabiduría sobre cómo escuchar que los líderes-siervos deben atesorar. Roboam es el ejemplo de un líder que intentó escuchar pero que fracasó miserablemente. ¡Aprendamos de él! 

Roboam fue hijo de Salomón y se hizo cargo del reino después de la muerte de su Padre. Muy temprano en su reinado, un grupo liderado por Jeroboam*, un ex-miembro de la corte y rival de Salomón, vino con los representantes de las diez tribus para preguntar qué tipo de líder sería Roboam. —Su padre fue un amo muy duro—le dijeron—. Alivie los trabajos tan pesados y los impuestos tan altos que su padre impuso sobre nosotros. Entonces seremos sus leales súbditos.(2 Crónicas 10:4).

¡Qué gran oportunidad de liderazgo para Roboam! Pidió tres días para meditar en su respuesta y consultó a dos grupos de consejeros: uno joven y otro más experimentado. Después de tres días Roboam se reunió con el grupo: "Entonces Roboam les habló con dureza porque rechazó el consejo de los ancianos y siguió el consejo de los más jóvenes. Así que le dijo al pueblo: «Mi padre les impuso cargas pesadas, ¡pero yo las haré aún más pesadas! Mi padre los golpeaba con látigos, ¡pero yo los azotaré con escorpiones!» Por lo tanto, el rey no prestó atención al pueblo. Este giro en la historia ocurrió por voluntad de Dios, porque cumplía el mensaje que el Señor le había dado a Jeroboam, hijo de Nabat, por medio del profeta Ahías de Silo. Cuando todos los israelitas se dieron cuenta de que el rey no iba a hacerles caso, respondieron: «¡Abajo la dinastía de David! No nos interesa para nada el hijo de Isaí. ¡Regresa a tu casa, Israel! Y tú, David, ¡cuida de tu propia casa!» Entonces el pueblo de Israel regresó a casa. (2 Crónicas 10:13-16).

Debido a que Roboam decidió no escuchar, el reino fue dividido. Los líderes-siervos aprenden de Roboam que los buenos líderes escogen escuchar. 

Los líderes-siervos aprenden que escuchar tiene mayor influencia que la posición. 

Roboam tenía la posición de máximo poder. Pensó que podía decir lo que quisiera y que la gente lo obedecería siempre. Aprendió de la manera más difícil que la voluntad de los seguidores es ilimitada. Las diez tribus se le rebelaron. Los líderes que rechazan escuchar eventualmente ¡pueden perder su posición! Puede que no siempre ocurra de manera rápida y dramática, como en el caso de Roboam, pero los líderes-siervos aprenden a escuchar bien. 

Los líderes-siervos aprenden que el escuchar bien toma tiempo.

Roboam tomó tres días para decidir qué hacer. Cuando escuchó la petición del pueblo, sabiamente pidió tiempo, buscó consejo y escuchó consejo de grupos con opiniones opuestas. Esto lo hizo bien y demostró que el escuchar toma tiempo. Le hubiera tomado mucho menos tiempo responder inmediata y precipitadamente ¡como lo hacen muchos líderes! Para algunos líderes es mucho más fácil brincar a la acción que detenerse a escuchar. Los líderes-siervos escogen tomarse el tiempo necesario para escuchar bien. 

Los líderes-siervos aprenden que escuchar requiere un esfuerzo.

No sabemos todo lo que ocurrió en esos tres días, pero Roboam se esforzó para tomar una buena decisión. Escuchó opiniones diferentes: algunos le aconsejaron que tratara a la gente con más gentileza y otros le aconsejaron que los tratara con más dureza. Debió haber ponderado qué hacer mientras cenaba esa tarde o cuando se fue a dormir. Al final tomó el camino fácil que apelaba más a su carne y que requería menos de él. Pero aun cuando escuchó al grupo equivocado, los líderes-siervos aprenden de Roboam que escuchar requiere un esfuerzo de nuestra parte.  

Todos los líderes tienen una opción; pueden escuchar o pueden intentar liderar sin escuchar. Los líderes-siervos escogen escuchar. 

  Para mayor reflexión y debate:

 

  • Como seguidor, ¿qué experiencias he tenido con líderes que escuchan bien o que no escuchan bien? ¿De qué forma su escucha o su falta de ella impactó mis ganas de seguir siendo su seguidor? ¿Qué me enseña eso ahora que yo soy líder? 
  • ¿La gente a la que lidero cree que la escucho? Si no estoy seguro, ¿tengo el valor para pedirles que me den una respuesta honesta? ¿Qué impacto tiene esto en mi liderazgo?
  • ¿Qué cambios en el liderazgo me están proveyendo una oportunidad para escuchar? ¿He tomado el tiempo necesario para escuchar a todas las partes? ¿He realizado el esfuerzo de escuchar bien? ¿Qué más debo hacer después de haber aprendido de Roboam? 

*Jeroboam había sido un líder en la corte de Salomón a cargo de toda la fuerza laboral. Un profeta le dijo que sería rey sobre las diez tribus, así que se rebeló. Salomón lo trató de matar y huyó a Egipto. (Lee la historia en 1 Reyes 11:26-40.) Regresa después de la muerte de Salomón y habla con Roboam en la historia que hoy examinamos. 

En la siguiente publicación examinaremos las opciones que los líderes tienen sobre a quién escuchar.

Hasta la próxima, suyo en el peregrinaje,

Jon Byler

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Reflections for Serving Leaders is published by Center for Serving Leadership and Jon Byler. Copyright, 2022

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