Poco a poco hemos intentado entender lo que Pablo quiso decir cuando nos pidió hablar la verdad en amor en Efesios 4:15. Encontrar un equilibrio entre nuestro deseo de amar y de decir verdad es un reto mayúsculo para la mayoría de líderes. Pero este reto se hace más grande aun cuando Pablo añade 14 características distintivas del amor en 1ra Corintios 13:4-7.
A esta altura del partido te puedes estar preguntando: "¿Cuándo tiempo debo decir la verdad en amor? ¿Acaso no hay un final? ¿Qué pasará cuando me canse de decir la verdad en amor a gente que simplemente no cambia?"
Pablo concluye su explicación del amor recordándonos que el amor todo lo soporta (1ra Corintios 13:7). El amor sigue intentándolo aun después de que otros ya han dejado de intentarlo. ¡Nunca se da por vencido! Los líderes-siervos aprenden lo que significa hablar la verdad con perseverancia.
Hablar la verdad con perseverancia requiere equilibrio.
Algunos líderes dicen la verdad pero desisten cuando no ven los resultados que desean. Permiten que su propio desánimo les impida hablar la verdad. Otros líderes pueden perseverar en una relación por mucho tiempo pero nunca dan el paso de hablar la verdad. Nos son necesarias tanto la verdad como la perseverancia.
Debido a que el amor todo lo espera, el amor nunca desiste o se da por vencido. El verdadero amor persevera a través de tiempos buenos y malos. ¿Existe alguien a quien ames y que le hayas querido decir la verdad, pero que hayas desistido al no ver resultados? Pablo nos dice que el amor todo lo soporta... ¡una y otra vez!
Los líderes-siervos aprenden que nunca hay un tiempo para dejar de decir la verdad.
Hablar la verdad con perseverancia denota madurez.
Pablo nos recuerda que cuando hablamos la verdad en amor, creceremos en todos los aspectos en Aquel que es la cabeza, es decir, Cristo." (Efesios 4:15). Hablar la verdad con perseverancia requiere paciencia, fidelidad y dominio propio. Todos estos son frutos del Espíritu Santo (Gálatas 5:22-23) que toman tiempo para que sean desarrollados en nuestros corazones por Dios.
Conforme los líderes van creciendo en madurez aprenden a no desistir en los demás tan rápido. Reconocen que la verdad puede tomar meses o años para que produzca algún fruto en la vida del oyente. Conforme van madurando, los líderes-siervos crecen en su habilidad de hablar la verdad con perseverancia.
Hablar la verdad con perseverancia refleja a Jesús.
Jesús mostró un equilibrio entre la verdad y la perseverancia en su conversación con Pedro. Ya hemos observado cuán pacientemente Jesús esperó antes de decirle la verdad a Pedro después de su dolorosa negación.
Cuando el tiempo fue el correcto, Jesús habló con Pedro en la orilla del Mar de Galilea. Y cuando Jesús dijo la verdad, perseveró preguntándole tres veces la misma pregunta. Por tercera vez le dijo:—Simón, hijo de Juan, ¿me amas?Pedro se puso muy triste de que tres veces le había preguntado si lo amaba. Entonces le contestó:—Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo:—Cuida de mis ovejas. (Juan 21:17).
Pedro se sintió herido por la perseverancia de Jesús con esas preguntas. Pero Jesús no desistió, recordándole a Pedro de las tres veces que él lo había negado. Jesús expuso el dolor de Pedro para que Pedro pudiera ser sanado y alcanzara su llamado como líder de la iglesia primitiva. Finalmente, el amor de Cristo rompió el corazón de Pedro.
¿Pero imagínense que Jesús se hubiera cansado de Pedro en la noche de su negación? O si sólo hubiera preguntado una sola vez: ¿me amas? Jesús sabía que tenía que perseverar en decirle la verdad a Pedro.
Al igual que Jesús, los líderes-siervos aprenden que el amor no se detiene aun cuando hay dolor expuesto. Aprenden de Él a hablar la verdad con perseverancia.
Amor y verdad. Los líderes-siervos están llamados a hablar ambas cosas con equilibrio. Y teniendo a Jesús como ejemplo, aprenden que la verdad debe ser hablada con paciencia, con amabilidad, sin presunción ni orgullo, en formas que honren a la otra persona, sin buscar lo propio, sin enojo, sin llevar un registro de lo malo que la otra persona ha hecho, con regocijo y siempre protegiendo, confiando, esperando y soportándolo todo.
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