¡Tus palabras importan mucho! Importa lo que dices, la forma en que lo dices y el por qué lo dices. Las palabras de Salomón: "en la lengua hay poder de vida y muerte" (Proverbios 18:21), son una realidad para todos, pero deberían de exhortar, en particular, a los líderes que utilizan su lengua para influir en otros.
A menudo en mi liderazgo he reflexionado en la exhortación de Pablo de hablar "la verdad en amor". Nos dice: “En cambio, hablaremos la verdad con amor y así creceremos en todo sentido hasta parecernos más y más a Cristo, quien es la cabeza de su cuerpo, que es la iglesia.” (Efesios 4:15, NTV).
Sin embargo, recientemente un colega mío* me retó a pensar más profundamente en el significado de este balance entre la verdad y el amor. Hizo la conexión de "la verdad en amor" con la descripción que hace Pablo sobre el amor: 4“ El amor es paciente y bondadoso. El amor no es celoso ni fanfarrón ni orgulloso 5 ni ofensivo. No exige que las cosas se hagan a su manera. No se irrita ni lleva un registro de las ofensas recibidas. 6 No se alegra de la injusticia sino que se alegra cuando la verdad triunfa. 7 El amor nunca se da por vencido, jamás pierde la fe, siempre tiene esperanzas y se mantiene firme en toda circunstancia.” (1a Corintios 13:4-7).
Así que, hablar "la verdad en amor" nos exige que hablemos la verdad de forma paciente, con bondad, sin envidia y así de manera sucesiva por toda la lista. ¡Esa lista me recuerda que tengo una gran cantidad de cosas en las que trabajar como líder! En esta serie examinaremos esa lista del Amor tópico por tópico, para descubrir cómo el hablar la verdad en amor impacta nuestro liderazgo. Pero primero, en esta publicación, reflexionemos en lo que Pablo nos puede enseñar como líderes-siervos, sobre el hablar "la verdad en amor".
El hablar la verdad en amor requiere balance.
Con frecuencia, la verdad y el amor parecieran estar en conflicto. Escogemos hablar la verdad o escogemos hablar con amor. Muchas veces le he dicho palabras a mi esposa que la han ofendido, y después de decirlas me he auto-justificado diciendo: ¡pero es la verdad! Sí, era la verdad ¡pero no fue dicha con amor! Sin un balance, la relación fue dañada. En otras situaciones encuentro que me es difícil hablar la verdad con valor porque temo que lastimaré a la otra persona y dañaré nuestra relación. Así que evito hablar la verdad. Pero una vez más, la relación se daña porque no existe un balance entre la verdad y el amor.
Algunos tipos de personalidad y algunas culturas hablarán la verdad de forma natural, mientras que otras encontrarán más fácil hablar con amor. Pero Pablo nos dice a todos nosotros que debemos hablar "la verdad en amor". Los líderes-siervos aprenden a balancear la verdad con el amor. Esto no es fácil, ¡y es un peregrinaje! Pablo dice que "creceremos..." mientras aprendemos este arte. En esta serie aprenderemos que aunque ya hayamos dominado un elemento del hablar la verdad en amor, siempre habrá otro que requiera trabajo de nuestra parte.
Hablar la verdad en amor denota madurez.
Pablo dice que mientras estemos aprendiendo a hablar la verdad en amor "...creceremos en todo sentido hasta parecernos más y más a Cristo". ¿Qué tan maduro eres como líder? Quizás pienses en tu posición de liderazgo o rol; quizás cuentes los años que has servido como líder. Pero la instrucción de Pablo nos recuerda que nuestra habilidad para hablar la verdad en amor revela cuán maduros somos. Los líderes-siervos miden su madurez no por los años que tengan en el liderazgo sino por su habilidad para hablar la verdad en amor.
Hablar la verdad en amor refleja a Jesús.
Pablo nos recuerda que al madurar reflejaremos a Cristo, la cabeza de la iglesia. Juan describe a Jesús como aquél "que vino del Padre, lleno de gracia y de verdad" (Juan 1:14). Estaba lleno de gracia y verdad, o amor, un balance perfecto. Jesús reprendió severamente y habló con ternura. De forma valerosa confrontó la injusticia pero habló con ternura a la mujer samaritana en el pozo.
En esta serie veremos cómo Jesús habló la verdad en amor en cada situación que nos podamos imaginar. La meta de todos los líderes-siervos es reflejar a Jesús en todo lo que hacen. Para los líderes-siervos, el aprender a hablar como Jesús, balanceando la verdad y el amor, significa también aprender a liderar como lo hizo Jesús. |